A la espera
de tener alguna información más del encuentro habido entre Carlos Alonso,
presidente del Cabildo de Tenerife, y Manuel Domínguez, alcalde de Los
Realejos, en el que, parece ser, quedó desatascado el puerto del Puerto, con
una bocana abierta como Dios manda y entrando los barcos que es un gusto
verlos… Chacho, después del desembarco de Ledesma, que es más de secano que las
papas bonitas, el que fuera años ha su segundo de a bordo en otro consistorio
(el que vale, vale) se erige en capitán de la marina mercante, puentea (qué
verbo más marinero) a expertos navegantes (Lope de la Cosa, Marco Polo –recuérdese
su periplo marino con la princesa china, puede que llamada Sandra Mei– y otros avezados
exploradores de San Telmo y aledaños) y… Manolo, mi niño, solo te faltó llevar
a la Virgen
del Carmen. La nuestra, claro. ¿Esto es una coña? Vete pa´l carajo (o carallo,
que como buen tripulante deberás saber qué significa). Puede que lo retomemos.
Estaba hoy el
compromiso con la gente del gremio. Van otras presentaciones fotográficas,
merced al buen hacer del fotógrafo oficial, el singular Carricondo, más
victoriero él que el pino centenario que sirvió de campanario cuando siglos
atrás estábamos enfrascados en guerras y boberías. Como las de El Penitente,
sin ir más lejos.
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